Hace años Sophia M. Ehrstrom consiguió demostrar que las mujeres con cándidas presentaban un alto nivel de cortisol.
Como ya sabéis el cortisol es una hormona generada cuando estamos bajo estrés.
Por lo tanto, el estrés es un CALDO DE CULTIVO para la proliferación de este hongo.
Estrés ➡️ cortisol ➡️ depresión sistema inmune ➡️ cándidas
Este hongo forma parte de nuestra microflora vaginal. Lo que ocurre es que con un sistema inmune bajo dejamos que acampe a sus anchas.
Algunos de sus síntomas son:
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problemas gastrointestinales (indigestión, diarrea, estreñimiento, mal aliento),
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inflamaciones de las mucosas (garganta, vagina, ojos, nariz),
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alergias,
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autointoxicación,
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desarreglos mentales y emocionales (depresión, ansiedad, falta de concentración, cansancio…) y
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disrupción hormonal (problemas menstruales, infertilidad, endometriosis…)
Para mí, siempre es importante preguntarnos: ¿qué nos está generando estrés?
También los tratamientos de acupuntura o shiatsu te ayudarán a reforzar tu sistema inmune y bajar los niveles de cortisol.